Los alumnos de 3º de ESO del IES Terra de Trasancos disfrutaron este curso de la ruta literaria de La Celestina. La actividad, enriquecedora intelectual y emocionalmente, se llevó a cabo gracias a la iniciativa y al proyecto de la profesora de lengua castellana de 3º ESO B. Así nos la cuenta:
"Entre los días 8 y 14 de marzo de 2010, 24 alumnos de 3º de ESO acompañados por dos profesoras participamos en la ruta literaria “La Celestina”, que se desarrolló en la provincia de Toledo. El objetivo de este viaje fue profundizar en los conocimientos acerca de La Celestina y su autor, Fernando de Rojas, y el Lazarillo de Tormes, pues parte de las aventuras de este personaje suceden en Toledo. Fueron unos días muy intensos en los que nos desplazamos por diversos lugares de la provincia toledana recordando la biografía del autor de La Celestina, el argumento de esa obra y tres episodios del Lazarillo: el ciego y las uvas (en Almorox); el ciego, la longaniza y el poste (en Escalona); y el cura de Maqueda (en Maqueda).
Para asombro de los estudiantes, nuestro alojamiento en Toledo fue un castillo reconvertido en albergue, el castillo de San Servando, que cuenta con todas las comodidades de un hotel moderno y la emoción de alguna leyenda sangrienta relacionada con los religiosos que lo habitaron en la Edad Media.
Nuestro instituto coincidió en la ruta literaria con otro instituto de Valencia. Los estudiantes ya habían establecido contacto previamente mediante las redes sociales, y al llegar a Toledo pudieron saludarse en persona. Muchos chicos hicieron nuevos amigos y descubrieron compañeros con los que jugaron emocionantes partidas de póquer, muchas chicas encontraron amigas con las que compartir confidencias, y, por último, muchos chicos y chicas descubrieron en el otro centro a su alma gemela. El día de la despedida, y ya la noche anterior, hubo mares de lágrimas.
La semana de La Celestina y el Lazarillo.
El primer día, cansados del viaje, llegamos al castillo, y, tras el reparto de habitaciones, caminamos hacia la ciudad de Toledo y establecimos como punto de encuentro para sucesivos días la plaza de Zocodover. Fue nuestro primer contacto con las cuestas que a partir de momento íbamos a subir y bajar varias veces. Más tarde, los estudiantes recordaron cuál era el argumento de La Celestina, conocieron a Calisto y Melibea (en los días siguientes nos encontramos con Sempronio, Celestina, Areúsa y Elicia), y se organizaron en grupos para representar más adelante una obra de teatro que ellos mismos debían crear a partir de unos temas que Adrián, nuestro monitor, les facilitó.
El segundo día viajamos a la Puebla de Montalbán, el lugar donde nació Fernando de Rojas. Acompañados de guías, recorrimos los lugares más significativos del pueblo y las antiguas cuevas, donde tuvimos una gran sorpresa. Descubrimos que en el monumento a Fernando de Rojas sólo se encuentra parte de sus restos, pues están repartidos entre la localidad donde nació (La Puebla) y la localidad donde vivió posteriormente (Talavera de la Reina). Pasamos por el Callejón de las Brujas, donde ejercían las hechiceras en tiempos de Fernando de Rojas, quien posiblemente se haya inspirado en alguna de las brujas de La Puebla para crear el personaje de Celestina. Visitamos el Museo de La Celestina, donde, además de pinturas relacionadas con la obra, vimos objetos y trajes de uso habitual en la época en la que se escribió.
Más tarde, fuimos a las Barrancas del Tajo, un espectacular paisaje en uno de los meandros del río. El guía que nos acompañó nos explicó, por ejemplo, el impacto ambiental que provocaba la implantación de especies foráneas, la conveniencia de la agricultura intensiva o extensiva, la influencia del cambio climático sobre el ecosistema y cómo se formaron las barrancas.
Finalmente, visitamos la iglesia visigoda de Santa María de Melque, del siglo VIII. Estuvimos en el centro de interpretación, donde una guía nos explicó cuesitones relativas al antiguo poblado de Melque y a sus habitantes, y después entramos en la propia iglesia.
El tercer día estuvo dedicado a la ciudad de Talavera de la Reina: paseando por sus calles, vimos sus monumentos más significativos acompañados por una guía que en todo momento nos ofreció unas explicaciones muy claras y didácticas. Conocimos la cerámica de la ciudad, la plaza del Pan (ahora sabemos a qué se debe ese nombre), la iglesia colegial de Santa María la Mayor (donde se custodian parte de los restos de Fernando de Rojas) y las torres albarranas. El día era soleado y la temperatura agradable, así que anduvimos a lo largo del paseo de la ribera del Tajo y admiramos sus puentes.
Después de la comida, los estudiantes jugaron un partido de fútbol; dado su interés por este deporte, Adrián les propuso jugar el sábado un duelo gallegos-valencianos, pero los que perdieran tendrían que disfrazarse de chicas (y las chicas de chicos).
Los dos días siguientes estuvieron dedicados a conocer la ciudad de Toledo acompañados por una guía que hizo muy amenas sus explicaciones. Paseamos un buen trecho a lo largo del Tajo. Aprovechamos para leer unos sonetos de Garcilaso de la Vega, poeta toledano que compuso hermosos poemas de amor en cuyos versos se menciona a las ninfas que se bañan en el río. Conocimos el Puente de Alcántara, las sinagogas del Tránsito y de Santa María la Blanca, las puertas (Bisagra Vieja, del Vado...), la mezquita del Cristo de la Luz, las murallas de la ciudad, la plaza de Zocodover, el monasterio de San Juan de los Reyes, el museo de Santa Cruz, el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda… Acabamos agotados de tanto pasear, pero valió la pena. Esas noches también fueron muy emocionantes: presenciamos el conjuro de Celestina, los alumnos representaron las obras teatrales que habían preparado, y pasamos una noche toledana.
El último día de la ruta literaria estuvo dedicado al Lazarillo de Tormes, de forma que visitamos tres pueblos de la provincia de Toledo en los que Lázaro sufrió alguna de sus aventuras: Almorox, donde sucede el episodio de las uvas; Escalona, donde ocurre la historia de la longaniza y posteriormente Lázaro se deshace del ciego (aquí los alumnos tuvieron que localizar el pilar contra el que Lázaro estrelló al ciego); y Maqueda, donde Lázaro sirvió a un cura que casi lo mata de hambre.
Esa tarde, los alumnos jugaron su partido de fútbol; el resultado de goles no fue importante porque todos acabaron por disfrazarse y pasar un rato muy divertido.
Por la noche asistimos al último espectáculo con cantantes, músicos y acróbatas. Fue muy entretenido, pero muchos de los alumnos no lo disfrutaron porque ya estaban pensando en la despedida del día siguiente.
El domingo dimos por finalizada la ruta literaria y tuvimos que despedirnos de nuestros nuevos amigos valencianos. Hubo muchas lágrimas y abrazos que nos dejaron un sabor agridulce después de una semana intensa en la que aprendimos mucho acerca de La Celestina y el Lazarillo, convivimos con otro instituto y establecimos lazos de amistad (o de amor, en algún caso). Será un bonito recuerdo. "
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